Mercadona

Desde su creación en 1977, Mercadona no solo ha consolidado un modelo de empresa socialmente pionero, sino que también ha sabido reforzar su posicionamiento basado en la calidad de un gran surtido de aproximadamente 8.000 referencias.

SER BUENO Y RESULTAR BUENO

Para que un producto se incluya en la oferta de Mercadona debe responder a dos criterios imprescindibles: ser bueno (buen sabor, olor, color y textura) y resultar bueno (seguro para el consumo, saludable para el cuerpo, sostenible con el planeta y socialmente responsable). Por eso la compañía dispone incluso de un sistema propio de calidad y seguridad alimentaria, a través del cual analiza exhaustivamente cada proceso de la cadena de suministro, desde su origen hasta el consumidor final.

La exigencia de calidad va siempre acompañada por la estrategia Siempre Precios Bajos, para garantizar en todo momento una compra al precio más bajo posible.

ADAPTACIÓN A LOS NUEVOS TIEMPOS

Uno de los retos que Mercadona afronta año tras año es el de adaptarse a los nuevos hábitos y contextos alimentarios.

En esta línea, la compañía lleva más de 20 años trabajando para dar respuesta a colectivos con intolerancias o alergias alimentarias concretas, como es el caso de las personas celíacas. El surtido sin gluten se amplía constantemente.

Actualmente el catálogo cuenta con más de 1.500 productos libres de esta proteína.

Paralelamente, la cadena también es consciente del papel que debe asumir para promover unos hábitos alimentarios saludables. Esto se traduce en la incorporación de nuevos productos de altísima calidad que garantizan una dieta equilibrada al precio más competitivo posible. El trabajo también se centra en la mejora del surtido para que sea más saludable, reduciendo aditivos, grasas, azúcares y sal en muchos productos.

Además, se adapta a los nuevos contextos y hábitos alimentarios con la incorporación a los lineales de más artículos de origen vegetal, aptos para dietas vegetarianas y veganas.

TRANSPARENCIA EN EL ETIQUETAJE

Para facilitar a los clientes la posibilidad de elaborar una dieta equilibrada, además de la variedad de su surtido, de los consejos, de las recetas y de la prescripción de las trabajadoras y trabajadores, Mercadona ha introducido mejoras en el etiquetado que contribuyen a ese mismo fin. Así, por ejemplo, ha replanteado el etiquetado de numerosos productos y ha aplicado unos criterios que facilitan su lectura, como es el caso del aumento del tamaño de la letra o la decisión de estandarizar las tablas nuticionales que facilitan a los clientes la elección del producto que mejor se adapta a sus necesidades. Todos estos movimientos se enmarcan en su política de transparencia total que desde hace años fomenta en sus packagings.